Si estos versos te hallan triste,
querida, cierra los ojos
y recuerda, sin enojo,
las caricias que recibiste
de esta mano que hoy te escribe,
como otras veces ha hecho,
las palabras que dicta el pecho
cuando su sentimiento exhibe:
Estas rimas que, pensando
yo, necio, tenerte enfrente,
lanzo al aire no encontrando
en parte alguna remitente
más que ésta luna llena,
desgraciada y deprimente.
Me recuerda a ti, morena,
tan lejana, tan distante.
¡Oh! ¡Quien pudiera un instante
tenerte, aquí delante,
para poder así besarte
hasta dormir lentamente!
Ya tan solo soy un hombre
que vaga triste y perdido,
por recuerdos que se esconden
en momentos ya vividos
Espero sinceramente
que encuentres quien te quiera.
Que te dé su vida entera
Planeando vuestro después.
Prometo no escribirte más mensajes,
prometo no escribirte menos poesía.
Las guardaré durante mi viaje,
por si las quisieras leer un día.